por la heridas que le da el sol,
hay un concierto de amor
en el horizonte de los recuerdos,
donde se ocultan los misterios
de ese mundo encantador,
que en el Finisterre gallego
junta el mar con el cielo.
Desde la profundidad de los tiempos,
la humanidad estuvo persiguiendo
la realidad de lo imaginado,
para saber el verdadero misterio
de ver desaparecer el sol...
Hasta que, quiso Dios que Colón
fuera el navegante que descubrió
que el mundo era redondo,
aunque la ciencia, lo tratara de loco.
Son tantas las puestas de sol
que acarician la razón
y nos muestran el encendido color
que hace resplandecer el mar
y encender la pasión
que jamás se puede olvidar.
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